Si lo contamos como una historia...

Virtubus... ¿será posible?

Aquella mañana Jean Paul se dispuso a comenzar su jornada. Una vez más se encontraba en aquel anodino hotel  de Tres Cantos. Trabajaba para una conocida multinacional del sector de la Salud con sus oficinas centrales para España en el moderno parque tecnológico de la ciudad dormitorio. Como especialista en equipos diagnósticos avanzados, una vez al año se desplazaba de Toulouse a Tres Cantos para desde allí dar soporte a múltiples hospitales.
A las 9:30 debía estar en un hospital situado en la zona de Puerta de Hierro, y dado que tenía experiencia en los problemas del transporte madrileño, a las 8:00 ya estaba saliendo en dirección a la estación. Preguntó en recepción por la mejor opción: el tren de cercanías o el autobús.

El recepcionista, una vez entendido cual era el destino deseado y consultar su ordenador, le contestó algo así como que "sin lugar a dudas cogiera el bus virtual 3835". Además le  preguntó si tenía teléfono móvil inteligente, le ayudó a instalar la app "MadVirtubus". En un momento le explicó que le permitía ver las líneas de metro, tren, autobús y virtubus, y que la aplicación le calculaba el transporte óptimo para cada ruta.

En su caso se trataba del bus virtual 3835. En el mapa del teléfono le aparecía el lugar de la parada, que distaba menos de 300 metros del hotel.

El recepcionista también se ofreció  a venderle el ticket de transporte. Tenía dos opciones, uno válido para un día por 5 euros, y otro para una semana por 20 euros. Le explicó que este tipo de billetes son una alternativa a los abonos transporte mensuales, y que para facilitar su uso se vendían también de forma habitual en los hoteles.

Como sólo iba a estar un día, compró uno de 5 euros. Consistía en un sobre precintado que al abrirlo contenía una tarjeta que entre otros textos, logos y números, tenía impreso un código QR bien visible.

Ahora el recepcionista le ayudó a registrar su abono de transporte en la App MadVirtubus. Era muy sencillo, desde un menú de la aplicación, se activaba la cámara, se enfocaba al código QR y ya quedaba registrado en la aplicación. Esto le daría acceso al sistema de transporte de Madrid durante un día.

 Las instrucciones aunque extrañas, parecían claras: salir del hotel, y en la avenida buscar la parada con ese número.  Le comentó además, que cuando estuviera en la parada se registrara en el teléfono en el Virtubus 3835 porque así llegaría más rápido.

Salió del hotel un poco confuso, pues aun hablando correctamente el español, en algunas ocasiones no terminaba de comprender bien, especialmente cuando su interlocutor sobrevaloraba su conocimiento del castellano.

La avenida tenía un tráfico un poco inusual a esas horas, demasiada gente andando por la calle y demasiados coches, algunos parados, otros avanzando lentamente.
Siguiendo el mapa de su teléfono móvil, llegó a la prometida parada del bus virtual 3835, después de haber pasado como mínimo otras 7 paradas de otras tantas líneas. En el panel se especificaba el recorrido, y la línea pasaba por Herrera Oria y llegaba hasta su Hospital. ¡Menuda buena suerte!. Tal y como le habían explicado activó en su teléfono la solicitud de uso de la linea 3835.
 En la parada había sólo dos personas, charlando amigablemente, a las que preguntó:
- ¿Egste autobús es el que va a Hegrera Ogria? .
En ese momento un coche se detuvo en la parada saludando a los dos amigos.
- Si, esta es la línea que busca, venga, suba al coche con nosotros.- le respondieron.
- No, si yo quiero ir en el autobús.
- Ya, pero es que éste es el autobús virtual.
Jean Paul no pudo reprimir su cara de “no entiendo nada”
- Venga suba, que ya le explicaremos lo que es el bus virtual. Usted es de fuera ¿no?
- Soy francés, vivo en Toulouse, pero me paso la mitad del año viajando de un sitio a otro. Me dedico al ajuste y mantenimiento de equipos para hospitales. ¿Qué es esto del autobús virtual?

Es un nuevo sistema. Han empezado a implantarlo por la zona norte y funciona muy bien. Consiste en que los coches particulares hacen de autobús. Tú vas a la parada y un coche que hace ese recorrido te recoge y te lleva.

En la ciudad de Madrid ha habido muchos problemas de contaminación y exceso de trafico, y este año han cambiado totalmente el modelo de transporte público. Para empezar han impuesto un peaje de entrada y circulación de los vehículos. Pero en lugar de ser un peaje al uso, "tantas veces entras, tanto pagas", lo que han hecho es que al que quiere entrar con su coche en la ciudad le obligan a comprar el abono transportes. Pero cuantas más personas haya transportado en el mes, más barato le sale el abono transportes.

Ernesto, el conductor  le enseñó una tarjeta de abono transportes, con su foto y un gran código QR. ¿Ves? yo soy el conductor del coche, pero aun así tengo que comprar también el abono transporte, iguales que los que tienen ellos. Pedro y Carlos le enseñaron los suyos. Lo que he tenido que hacer es registrar la matricula de mi coche con el abono transportes, de forma que cumplo con "el peaje". Si no lo tuviera hay lectores de matrículas que me multarían inmediatamente.

Mientras explicaba esto, Ernesto con la cámara de su móvil capturaba las tarjetas de transporte de los otros dos pasajeros, y le pidió también la suya a Jean Paul.  De forma semejante, todos capturaron las tarjetas de todos con al aplicación del teléfono móvil. Ante la cara de extrañeza de Jean Paul, le explicó: así queda controlado de forma anónima la matrícula del vehículo y que vamos 4 personas en el coche, y entre otras ventajas esto nos permite coger los carriles rápidos en la autovía.

Con esto han conseguido varias cosas, muchos han dejado de coger el coche al tener ya pagado el transporte. Ha aumentado muchísimo el número de compradores de abono transporte, lo que ha hecho que ahora tenga un precio muchísimo mas bajo. El precio actual, que es de solo 30 euros al mes en la zona urbana de Madrid y 50 para el resto de la provincia,

- Pero, y ¿por qué  alguien quiere llevarme?

Porque cuanta más gente lleves más prioridad tienes. Y así evitas atascos.
Mira,- en ese momento estaban pasando a toda velocidad por el carril de la izquierda- los carriles izquierdos de la autopista son sólo para vehículos de alta ocupación. Los vehículos con un solo ocupante tienen que circular forzosamente por el carril derecho, sufriendo el correspondiente atasco, mientras que los de alta ocupación pueden ir por el central y el izquierdo. Así de esta forma se da una gran prioridad a los coches que van llenos.
Además tengo otras ventajas, si llevo a muchos viajeros, el abono transportes me saldrá muy barato, y me dejan aparcar en la zona SER más tiempo, superando el límite de las 4 horas, y si estamos en una limitación por alta contaminación, si llevo el coche con 3 o mas personas, me dejan circular.
En ese momento, Luis, dándose cuenta de que el Francés tenía cara de no entender nada decidió explicárselo todo más detalladamente.

Es que esto es un nuevo sistema, un poco complicado..., pero  funciona.
La idea básica es que a pesar de las múltiples reformas, y nuevas autopistas, seguíamos teniendo multitud de atascos, y siempre con los coches con una sola persona.
Y surgió la idea de compartir el vehículo. Pero todos los intentos de que la gente se pusiera de acuerdo para compartir el vehículo fallaron, porque eran muy rígidos.
La solución que han dado es definir una serie de líneas de autobuses virtuales. La línea existe, con sus paradas, pero los medios de transporte con los coches privados. Y la motivación para participar en ello es que si coges gente, podrás pasar circular rápido por los carriles VAO. Y si vas sólo en tu coche tendrás forzosamente como mínimo una penalización en tiempo. Además la App en el móvil que facilita el saber donde hay alguien esperando al autobús, dentro de tu recorrido. Así el sistema puede implantarse en zonas con menor densidad de población, en que el conductor pueda acercarse directamente hacia donde hay alguien esperando. Por ejemplo en zonas de urbanizaciones de la Sierra de Madrid esto permite que las líneas virtuales sean más desperdigadas y uno pueda modificar un poco su recorrido si sabe que hay alguien esperando en un punto determinado.  Y con esta aplicación se aplican bonificaciones en forma de permiso de superar los limites de tiempo de aparcamiento en la zona SER.

Lo primero que hicieron es ver a donde iba la gente, con encuestas y tonterías de esas, porque al final vieron que la gente iba a todas partes. Y se crearon 87 líneas de autobús virtual en Tres Cantos. Hay prácticamente una línea para cada destino que se te ocurra. Desde el aeropuerto, todos los barrios de la ciudad, todos los pueblos de la sierra, Alcalá, Guadalajara, Getafe..... En fin, cualquier sitio a menos de 40 kilómetros de Madrid. Durante los primeros 15 días pusieron autobuses de verdad en las líneas, para que la gente se acostumbrara y conociera los itinerarios, luego los fueron progresivamente quitando.

-Ya pero, y los problemas de seguridad, la gente no sube a cualquiera en su coche, ni debería montarse en cualquier coche con desconocidos.

-Hay bastante control,  en muchas zonas hay cámaras de vídeo que vigilan, y además en el momento en que aceptas este sistema tienes que aceptar que estas totalmente fichado y controlado.

Con el emparejamiento que se produce al usar la App del móvil, hay una gran trazabilidad de  quien ha llevado a quien. Si hubiera cualquier tipo de rapto o robo sería muy fácil encontrar al delincuente. Evidentemente todos los datos personales de los usuarios de la App son anónimos pero en caso necesario la policía podría hacer uso de ellos.
Igualmente, de forma anónima cualquier usuario puede marcar o denunciar los problemas en un determinado viaje con la propia aplicación del teléfono. Por ejemplo, si ahora vieras que conduzco peligrosamente, o que no me comporto adecuadamente, lo marcas instantáneamente el la app y se puede actuar en consecuencia.
El conductor  o el pasajero reincidente podría ser excluido del sistema, o si se tratara de delitos se podrían denunciar y perseguir adecuadamente.

-No entiendo que esto funcione... y el billete, ¿le pagáis al que lleva el coche?

-No, no, nada de eso, el que lleva el coche obtiene una ventaja principal, y es que tiene la máxima flexibilidad y el “puerta a puerta”, y con un mínimo de atascos al poder pasar por los laminadores a toda velocidad.
El sistema se basa precisamente en eso: el único pago que hay es el abono transportes, NO HAY NINGÚN PAGO entre personas. No se trata de hacer competencia económica a ningún sistema de transporte.

Por eso todos tenemos el abono transportes de la comunidad de Madrid, es obligatorio, tanto para el conductor como para los que se suban como virtubus.
De esta forma al tener todos el abono transporte, incluido el que conduce, incita a que todos usemos el transporte público en la ciudad. Y el hecho de tener la tarjeta de transporte incluye un seguro a todo riesgo para los ocupantes en caso de accidente. Es una responsabilidad muy grande la que se tiene al transportar personas y el que exista este seguro hace que esto deje de ser un problema.


- ¿Y los taxis? ¿No protestan por esta competencia desleal?
Si, al principio protestaron, pero pronto comprobaron que el efecto era el contrario, muchos más clientes y mejores carreras. Por ejemplo, yo antes siempre llevaba mi coche, nunca utilizaba el taxi. Pero ahora, como mínimo una vez a la semana uso el taxi cuando tengo algo de prisa. El resto de las veces en los recorridos dentro de la ciudad intento andar, o usar el transporte público. Y te aseguro que es mucho más sano, ahora termino andando un mínimo de tres cuartos de hora al día. Por otra parte, la mejora del tráfico hace que para el cliente el coste de una carrera sea menor que antes, y para el taxista, que hace más kilómetros, implica que gana bastante más que con atascos. En resumen han aumentado mucho los usuarios esporádicos de taxi: los que han llegado a la ciudad compartiendo coche y que pueden “invertir” ese ahorro en un uso mas frecuente de taxi.

Y no sólo eso, el servicio de taxi también se está integrando en el sistema de transporte virtual. Ahora los taxistas tienen también una modalidad de "carrera fija" de 5 euros por persona, en la que la condición es que pueden subir a varios clientes simultáneamente en el taxi, actuando a su vez de forma híbrida virtubus-taxi. Si suben simultáneamente a 4 clientes independientes, tendrán una carrera de 20 euros.

En algunas ocasiones, varios usuarios de virtubus, ante la ausencia de coches, pueden utilizar de forma conjunta un taxi en esas condiciones especiales.

A Jean Paul ya no se le ocurrían más objeciones, Estaban entrando ya en Madrid y había montado otro laminador, en el que los coches con menos ocupantes sufrían la correspondiente penalización en tiempo. Se formaba una cola en la línea de los coches con un solo pasajero.

- Bueno, y ¿cuando no consigues a nadie para que se monte en tu coche,  te tienes que fastidiar?


- Si, no hay mas remedio, pero es raro que pases por varias paradas del virtubus y no recojas a nadie. También puedes recoger a alguien de alguna línea cercana, aunque te desvíe algo.

- En cualquier caso es un sistema que se autorregula muy bien, se llega a rápidamente a un equilibrio  entre los que llevan coche y los que usan el virtubus. El tráfico siempre es el resultado de un equilibrio en el que la persona debe decidir entre el transporte público o el privado, y muchas veces el factor tiempo es el que hace que muchas personas usen su coche privado. Con este sistema se ha desplazado mucho el equilibrio, se ha conseguido reducir el tráfico en la carretera de entrada en un 35%, principalmente porque la gente tarda mucho menos con este sistema.

Antes de que se pudiera dar cuenta ya estaban a la puerta de su “hospital”. La despedida de sus nuevos amigos fue rápida, un hasta pronto, como asumiendo futuros reencuentros en el virtubus.

Miró su reloj, las 8:32. Atónito intentó buscar un bar donde guarecerse del frío. Odiaba los bares de los hospitales, con su ambiente cargado de preocupaciones.

En fin, tenía una hora por delante en la que intentar comprender como lo imposible era posible: un bus virtual que le había llevado en un tiempo récord a su destino. Sonrió para sus adentros pensando en aquello de que “Impossible n’est pas français” que espetó Napoleón a sus generales en la batalla de Somosierra. Puede que en realidad Imposible no exista en castellano























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